martes, 28 de marzo de 2017

LUIS ANGUIANO, La esclavitud disfrazada de “democracia”


 LA ESCLAVITUD DISFRAZADA DE DEMOCRACIA 

Por
Luis Anguiano
Morelos

Cuando tienes la firme creencia de que eres libre, no te la creas, ¡no es más que una simple ilusión!
Esclavos de un nuevo orden mundial al servicio de solo un grupo minoritario, que  controla al mundo y que de forma perversa han construido  en  complicidad con los  gobiernos corruptos, un sistema que empobrece al pueblo, que lo hunde y deshumaniza, principalmente a los mexicanos.
En la actualidad (año 2017) se han convertido como en el Porfiriato en jugosas tiendas de raya.    Se me reventó el barzón, y sigue la yunta andando.
Graves problemas de identidad, de desarraigo y falta unidad social, son algunas de las cosas que han provocado
Se han convertido en tiendas de raya, lo mismo que las televisoras con bancos e instituciones crediticias con abonos chiquitos y contratos amañados de penalización, con pagos de 36 meses que ahogan a los usuarios que ven pulverizado su salario y ni que decir de los impuestos y prediales, IVA y la gasolina más cara del mundo, pagos de servicios como CFE, que abusan del pueblo con lecturas falsas, incrementos absurdos y amañados donde nunca se puede poner uno al corriente,  cambios de medidores sin permiso del usuario, como si fueran ladrones, contratos que no se cumplen, mochadas para que les conecten o reconecten.  Pero que tal el día de vencimiento, el corte no se hace esperar, lo mismo ocurre con el deficiente servicio del agua.  Sistema bancario con tarjetas de crédito, ¿quién lo regula?  Pagos de IVA sobre IVA, prediales y re emplacamientos.  Ya nos quitaron la tenencia, pero de nombre, ahora es pago de derechos, refrendo, placas multas y recargos impagables.
Y qué decir de la complacencia total para los mercados poderosos trasnacionales que han ahogado la economía, basta para reírse un poco las tarjetitas que dicen SUPERAMA 9.95, la COMER 9.90, cuando en nuestro mercado ALM el mismo producto cuesta 5 pesos menos.  Consorcios y transnacionales que se roban el agua y nos la venden casi al mismo precio de la gasolina.  En los mercados se cuenta con más y mejores productos para los consumidores, no como estas tiendas transnacionales.
Pero quién se ha preocupado por poner al tú por tú a los mercados o engrandecer al mercado ALM contra esas transaccionales; quién se ha preocupado por abrir más y mejores espacios, mejores estacionamientos, limpieza, orden, seguridad, ¿Quién, quién, quién?
Y qué decir de los valores agregados a los productos de consumo, los estacionamientos deben estar regulados, después de haberles dejado jugosas cuentas a estas tiendas, todavía tienen el descaro de cobrar un estacionamiento, y esos 10 cv de diferencia que supuestamente ahorramos  y que pelean entre ellas  nos cuesta 4 o 5 pesos más;  ahí está el caso claro de las tortillas en estas transnacionales: 12  pesos, y en la tortillería de la colonia,17 pesos; pero ya les pagamos el extra de horror que según nosotros habíamos obtenido por la compra de la tortilla. Y qué decir de un pan que llegando a casa  ya está duro, solo inflado con quien sabe cuantos productos químicos, y del pan de caja de una empresa única que llega a durar hasta un mes por tantos conservadores, mejorantes y químicos.
Habrá que impulsar a nuestras viejas y acabadas panaderías, a las tienditas de abarrotes de nuestras colonias, a los tendajones; ahí está la diabetes y el cáncer, sector salud, ahí está, no le busque más. Esa es la permisibilidad en la falta de compromiso de las instituciones, como en los refrescos monopolizados por solo dos compañías; pero también nosotros somos cómplices, lo hemos permitido.
Los consumidores contribuimos a esos comercios rentistas que lo que han provocado, es obtener más riqueza y borrar del mapa a los comerciantes detallistas y pequeños negocio familiares. ¡BASTA! ¡YA NO MÁS! Somos consumidores de refresco y agua embotellada que regulan solamente 2 empresas en México.
Rentismo y pagos de servicios que empobrecen cada día más al ciudadano y los que pueden pagar una pensión para auto o moto para asistir al trabajo que afecta directamente a la economía familiar, escuelas, guarderías, porque tenemos que echar mano de ellas, porque ambos, hombre y mujer, se han convertido en cabeza de familia porque no alcanza.
Esclavos del sistema de comercio permitido por (recordando a El Gran Cómico, Don Jesús Martínez Palillo) la realeza de  políticos sátrapas, ¡hijos de su…! ¡Pulpos chupeteadores! ¡Sanguijuelas chupa sangre! ¡Cafiespironómicos! ¡Sanjuandeletranescos! ¡Méndigos políticos trinqueteros e insaciables!
Nomás hace 60 años.



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