lunes, 13 de marzo de 2017

Felipe Domínguez, Burn out docente


BURN OUT DOCENTE.

Por
Felipe Dominguez
Morelos

Dentro del reto de escribir para el blog HOMBRES EN SU TINTA (+1 Mujer), daré mi humilde opinión sobre el problema que hoy están viviendo mis compañeros docentes de nivel básico.

Psicólogos de prestigio internacional han realizado estudios respecto la sobre saturación de actividades a los trabajadores que les hace limitar o reducir su rendimiento en las tareas a realizar, a este fenómeno se le ha llamado BURN OUT, que impide no solo dar un mejor rendimiento laboral, sino que también les limita una vida familiar y social más satisfactoria, que les haga ser más felices y puedan ser mejores padres, mejores hijos y mejores compañeros de trabajo; lo que conlleva a un deterioro de los resultados esperados por las autoridades o el patrón.

Para el caso de los maestros, ahora con la reforma educativa, y como consecuencia de un ataque sistemático satanizando a ellos como los responsables del bajo rendimiento educativo, vale la pena hacer algunas puntualizaciones al respecto.

LA PRESIÓN SOCIAL. - No obstante estar realizando actividades que no son de su competencia, tienen que realizar reuniones con padres de familia, en muchos casos irrespetuosos, que acusan y señalan al maestro como único responsable del bajo rendimiento de sus hijos, la mala relación que en muchos centros educativos existe entre los mismos maestros que, como papa caliente se la avientan entre ellos, señalando como responsable “al maestro anterior”.

Los medios de comunicación masiva que hacen de un caso particular, una generalidad gremial en detrimento de la imagen del docente.

LA SOBRECARGA ADMINISTRATIVA. - No obstante tener que realizar planeaciones, acto de su propia responsabilidad, tienen que desempeñar un gran número de actividades administrativas que les ocupa tiempo, mismo que deberían dedicar a una mejor planeación de clase.

El número de alumnos en el grupo les impide hacer más eficiente su tiempo; imaginemos al maestro de matemáticas, del nivel de secundaria, con 50 alumnos y 50 minutos de clase, que llega a pasar lista, recibir y revisar la tarea de los 50,  ¿cuánto tiempo le llevaría? Digamos unos 25 minutos, de ahí dar su clase, otros 15 minutos; poner un ejercicio sobre el tema y revisarlo a los 50, ¿le serán suficientes los 10 minutos que le restan? Debemos ser realistas con estos tiempos redactados; el mismo no revisaría a conciencia ni la tarea, ni el ejercicio. Y si el maestro tiene 40 horas a la semana deberá atender a ocho grupos, lo que le obligaría a revisar al final del módulo, 400 exámenes por bloque.

De qué manera se podría garantizar un mejor rendimiento académico, si a ello le agregan la carga administrativa y más ahora que con la reforma educativa, se les ha incrementado.

LAS POLÍTICAS EDUCATIVAS. - También podemos comentar en su favor, que las políticas educativas les maniatan para ser más enérgicos y estrictos con los alumnos, porque ya los mismos padres se oponen y hasta acusan al maestro enérgico ante los organismos creados para “proteger” a los alumnos; en nuestro estado se han dado casos de alumnos que han agredido, y uno muy preocupante fue cuando un maestro recibió un balazo por parte de un alumno.
Seamos sinceros: no todos los alumnos van a la escuela con ánimo de aprender, muchos presentan falta de interés, están desanimados por la carencia de expectativas futuras en el ámbito laboral; no quieren aprender cosas nuevas, es más fácil acceder a lo que la red les proporciona: la mayoría de las veces conocimientos de dudosa procedencia.

Recuerdo una parte del libro de Juan Sánchez Andraka, “Un mexicano más” donde se enfatiza que a la sociedad le importan más los artistas y los futbolistas, que un escritor o un científico; solo nos basta ver un rato la televisión para constatar este contenido, y  darnos cuenta de esa realidad.

LAS REDES SOCIALES. -  Éstas también hacen lo mismo, solo recordemos el fenómeno social que causaron los famosos “XV años de Rubí”, o las falsas noticias tendenciosas que circulan con la intención de crear conceptos erróneos contra tal o cual político o individuo incómodo para algún sector de la sociedad, o la descalificación de tal o cual producto alimenticio o artículos de belleza, etc.
Contra todo eso tiene que enfrentar el docente en un reducido espacio de tiempo y con las condiciones adversas que hemos comentado.

RECONOCIMIENTO SOCIAL.  - Aunque a la sociedad le cueste creerlo, la docencia es una de las profesiones que más estrés produce.  Muchos psicólogos afirman que se ha incrementado de manera vertiginosa el número de maestros que acuden a consulta; gran cantidad afirma que pasan por depresiones provocadas por el exceso de trabajo y el poco reconocimiento social que se les tiene.

Lo cierto es que la sociedad sigue sin darse cuenta de lo que realmente hacen los docentes al no estar conscientes de lo que implica ser maestro, este fenómeno tardará en solucionarse porque tal pareciera que las autoridades estuvieran prohijando esta situación.

Me despido con una máxima popular que no es de su servidor, pero que es muy conocida en el ámbito educativo: Cómo quieren que la educación mejore si no hay reforma en la educación normal, se trabaja en edificios escolares del siglo XIX, maestros preparados en el siglo XX con alumnos del siglo XXI.
Para terminar, una pregunta: ¿Y quién se preocupa por los maestros?



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