LAS CORUNDAS
Por
Alberto Panna
MOrelos
No sé hace cuánto tiempo ocurrió,
creo que más de 16 años. Años más, años menos, no importa, lo que sí importa es
que aún tengo en mi paladar el sabor de las corundas con mole que doña Santos
preparó para la fiesta aquella de mis primas hermanas, Valeria y Paulina, era
su confirmación. Nunca he entendido con exactitud el significado de ese
sacramento, pero creo que tampoco importa... Les cuento, las corundas son unos
tamales hechos a base de maíz, obvio, y ceniza; ¡sí ceniza! Las señoras juntan
la ceniza de sus "fogones" u "hornillas" y cuando cosen el maíz
la agregan para que tome un color amarillento y un sabor peculiarmente
exquisito, ya hecho masa se envuelven en hojas de plátano (planta ¿eh?, no
crean que una cascara de plátano), y se cosen.
Una vez cocidos retiras la hoja
de plátano y te encomiendas al Eterno para que no mueras de indigestión; es que
no puedes dejar de comer ¡te juro! Y luego si les acompañas con un mole de
guajolote (el pájaro más feo y sabroso del mundo) ¡pues pa que les cuento!
La dieta no existe en los lugares
donde hay gastronomía típica y es que no les he terminado de contar de aquel día
de la fiesta de mis primas, aparte de las corundas o tamales de ceniza con mole
de guajolote había carnitas. ¡Uff! ¡Qué carnitas! ¡Qué carnitas! Con tortillas
hechas a mano porque no se puede tener un banquete de esas proporciones sin
tortillas así, ¿estamos de acuerdo? Y justo cuando todos creíamos que lo habíamos
visto y probado todo, don Heladio (doña Santos y don Heladio son los abuelos paternos
de mis primas y digo son, porque aunque físicamente ya no están con nosotros,
viven en nuestro corazón) se levanta y nos anuncia que había ¡barbacoa de hoyo!
¡Sí, había una vaca cocinándose en un hoyo en la tierra, a temperaturas
infernales provocadas por la leña de encino...
La cosa es que ese día se comió a
lo grande. Así es en los lugares donde la gente da a manos llenas ¡y más donde
se trata de comer!
La comida mexicana es para mi
gusto la más deliciosa de la eternidad eterna ¿o no? ¡Y los dulces! ¡Wow! ¡Los
dulces! ¡Me los como todos!
Tenemos una variedad hermosa de
comida mexicana que en ocasiones siento que no se le da la importancia
necesaria, y creo que es una rama muy importante de nuestra cultura; por ello promovamos
los lugares de comida mexicana, puede ser una buena idea para que el dinero se
quede en nuestro país. Y ustedes… ¿cuál es su platillo favorito?
Soy Alberto Panna, tengo 31 años
y no tengo representante.
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