PALABRAS QUE ATACAN, CONSEJO PARA ACOSADORES
Por
Daniel Zetina
@DanieloZetina
Querétaro
Acosar o no acosar, he ahí el
dilema. Los hombres no sentimos atraídos hacia las mujeres. Las miramos pasar y
suspiramos. Para nosotros, desde nuestra visión simplista, son lo más
maravilloso de la creación, vistan de gala o en pijama. Nos enloquecen. Pero…
Eso no quiere decir que ellas
deban saberlo en cualquier lugar. Decirle un halago a una mujer en la calle es
violento. No hay otro modo de decirlo. En efecto, tenemos derecho a expresar lo
que sentimos, pero sin ofender ni invadir la intimidad de alguien a quien no
conocemos.
Casi por regla, las mujeres que
reciben piropos se disgustan. Habrá excepciones, pero son eso, casos excepcionales.
De cualquier manera, no es gracioso ni es un chiste ni puede ser considerado a
estas alturas como una sana costumbre.
Es necesario evitarlo. Todos
tuvimos madre y ella también ha sufrido de acoso. Quizás tienes muy poca… si
quieres seguir haciéndolo. Pero no puedes pensar que nadie te dijo que lo
evitaras, hay suficiente información sobre ello.
¿Por qué evitarlo? Porque es
violencia, punto. Si quieres decirle piropos a alguien, conócela, conquístala y
en privado y con su consentimiento, hazlo. Sería un acuerdo mutuo, un coqueteo
permitido entre dos, algo de ustedes.
En la calle, las mujeres deben
sentir la tranquilidad de caminar sin ser molestadas, sin importar el lugar, la
hora ni cómo se vistan ni lo que estén haciendo.
¿No sabes qué hacer para
evitarlo? Aquí los consejos de este escritor antipatriarcal. Primero, no lo
hagas, si ves a una mujer guapa en la calle (abundan, como es obvio), cierra la
boca. Luego, no invadas su cuerpo con tus miradas lascivas. Además, evita
mirarlas a los ojos para que te volteen a ver, si no te miran es porque no
quieren hacerlo.
Tampoco camines muy cerca de
alguna mujer y evita chocar con ellas en las banquetas, los parques, las plazas.
Respeta su espacio en el transporte público.
Nada de malo tiene sentirse
atraído por una mujer. Solo hay que tomar en cuenta que en los tiempos actuales
del feminicidio universal vale la pena respetar a las mujeres en la calle, para
que se sientan más tranquilas en su vida cotidiana, ya suficientes problemas
tienen aparte del acoso.
Y esto no es por lástima o
conmiseración, sino porque como hombres tenemos la capacidad de frenar este
tipo de formas de expresión que en nada refuerzan nuestra identidad de género
ni aportan algo positivo a nuestra sociedad.
La decisión es tuya.
Les pido por favor eliminen este y todos mis textos de este blog, agradezco el espacio para publicar de forma gratuita pero he decidido usarlos en otros soportes. Muchas gracias.
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