ANECDOTARIO
DE UN PELÓN CON SUERTE
Por
Carlos
De Negri M.
Morelos
Hoy fui invitado a participar en
un blog de escritura por mi hermana y pensé en escribir sobre anécdotas de mi
vida, que por cierto, son muchas y algunas cómicas; sin embargo, no me acordé
de ninguna; entonces pensé en hablar de un tema que es muy interesante y se ha conversado
mucho sobre él, el pan de cada día en nuestro país, comentado y analizado por
grandes pensadores en círculos de debate: el albur; pero estaba extasiado
recordando y aún paladeando la comida que entre mi mamá y mi hermana hicieron
hoy a petición mía: frijoles con puerco, ¡una delicia!, acompañados de unas muy
buenas tortillas de harina y agua de tang. ¡Todo un manjar!
Estábamos casi todos, faltaron
algunos miembros que viven fuera de Cuernavaca; esto me recordó que no hay, sin
parecer un cliché, como la familia; le recuerda a uno que afuera puede verse
el mundo caer pero que se está a salvo
en el hogar, y que la familia puede ser a veces de lo más molesta, criticona,
intolerante y demás adjetivos que se le ocurran a uno, pero siempre estará
ahí... Por lo menos la mía. Otro día hablaré del albur...
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