LUNES…¡¡¡ARGHHHH!!!
Por
Edgary Vázquez
Morelos
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No te creo pancho, no puede ser así.
-
Es la verdad Carmen, te lo aseguro, desde siempre, desde
niño, desde que recuerdo, los lunes son una pesadilla y una maldición en mi
vida.
-
Jajajajjajja, ¡si claro!, me vas a decir que eres como el gato ese que odia
los lunes, jajajjaja
-
Búrlate, búrlate…anda, sí… se supone eres mi amiga.
-
¡Ay, ya!, no seas llorón. Ok, supongamos que es cierto.
Supongamos te creo. ¡Supongamos!, que todo es desgracia para ti por el simple
hecho de que sales a enfrentarte al mundo en el ¡terrorífico lunes!.
-
¿Ya acabaste?. ¿qué sigue?. Carmen, yo…créeme que trato
de que no sea así; pero, cada lunes, siempre, pasa algo, no importa lo que
haga, es….
-
Ok, va; mira, intentemos esto. Mañana es lunes; inicia pensando
que es martes por ejemplo, un día diferente. Cambia tu rutina, la mentalidad,
algo, lo que sea, con tal de que no pases por lo mismo; y pancho, no
dramatices, ni te enganches ni pienses o te sugestiones. ¿Ok?. Cuídate corazón,
te quiero, mañana en la noche márcame y me dices como te fue.
-
Cambiar de mentalidad. Pensar que no es lunes. Intentar
otra cosa.
Observo como se aleja
mi amiga y me quedo en la mesita del café, el mesero se acerca para preguntarme
si todo está bien y tan solo le pido la cuenta. Un suspiro prolongado, me
encamino a mi auto después de dejar la cuenta liquidada y me dirijo a mi departamento
para prepárame para el inicio de otra semana más.
El despertador suena a
la hora habitual. Inicio como cada día de trabajo, evitando pensar en que es…
bueno, lo que no tengo que pensar, decir, mencionar, considera ni imaginar
siquiera.
-Es una locura, no sé
porque le llaman paso exprés si es más lento que nada. Llevo más de 45 minutos
sin avanzar siquiera 100 metros. ¿Qué se supone ocurre allá adelante?. Claxon,
gritos, otros vehículos tratando de avanzar por al acotamiento. Pues para no
ser…ese día, realmente ya me está estresando bastante. Voy a tomar la siguiente
salida, no quería entrar a la ciudad, pero, esto nada mas no avanza. Cada
calle, cada tramo es igual, trafico, congestionamiento y avanzar a vuelta de
rueda. Ignoro porque se me ocurrió tomar el camino del mercado. ¡Ya, un hueco!.
¡Si le gano al..!. ¡Crash!. ¡No puede ser, no puede ser, no ahora, no!.
-Jovenazo, oríllese
junto al puesto de aquí adelante.
- Lo que faltaba. Pero
ni le di duro, apenas un pequeño llegue al rutero, ¡y fue el quien se aventó
para no dejarme pasar!.
El oficial, observando
la defensa del colectivo y hablando con el chofer que bajo al sentir el impacto
para verificar el daño a su unidad (cual, ninguno, ni le paso nada).
-
No le paso nada compa, pero, si quieres que sigamos con
el trámite, baja tu pasaje, orillate, tus papeles y aquí nos quedamos a espera
los peritos. La cuenta de hoy ya ni la consideres.
-
Nel, ahí que muera, le pierdo más con lo que me dice
jefe. Aborda su unidad y continúa con el vaivén del tráfico mortal de la
ciudad.
-
Pues, ya te lo quite mi amigo, pero, tú si tienes que
enfrentar las consecuencias.
-
Mire, no fue a propósito, usted vio que había un espacio
y el rutero se aventó para no dejarme pasar. ¡Ni le di duro. No le paso nada!.
-
Pues si joven, pero lo que yo vi, fue que le pego. ¡Y el
que pega paga!.
-
¡Écheme la mano poli!, ¿no hay otra manera de arreglar
esto?.
-
Pues…esta difícil joven, además, no estoy solo, esta mi
parejita, que también lo vio y ya está hablando a las grúas ballenas para que
se lleven su vehículo. Perece, deje lo consulto: ¡parejaaaa, parejitaaaa!.
¿Cómo ve pareja el asunto del joven aquí que quiere apoyo?.
-
Pues, no creo pareja. Ante todo, tenemos un deber con la
ciudadanía, este uniforme, nos conmina a una conducta honorable, digna y libre
de toda mancha y duda. Pero, ahora que si quiere y nomas porque se ve que es
buena gente, pues, díganos y en la medida que nos apoye, lo apoyamos.
-
Si claro, entiendo, digo mientras saco la cartera y
busco…
-
¡Perece!, ¿qué le pasa?. ¿No ve que ahí enfrente esta la
cámara?. Vamos atrás del puesto de periódicos para atender su asunto. Mientras,
présteme su licencia y tarjeta de circulación.
-
Claro, sigo a los dos oficiales mientras me siento, más
que estafado y burlado, caí redondito en el juego por tratar de ganar el paso y
lo peor, ya no llego al trabajo, tenía esperanza de llegar tarde, con esto, ya
es descuento del día.
-¿Ósea como joven?, ¿esto nada más?, ¿Qué no quiere
que le apoyemos?. De grúa, multa, licencia vencida, daños a la moral, a la vía
publica, al servicio colectivo…mínimo son como 15 mil joven. ¡Échele con ganas,
sin miedo!.
- Trato de no mostrar mi indignación y coraje. Creo
más me valía y salía más barato no salir de la cama y faltar al trabajo.
Entrego una cantidad que ellos parecen estar de acuerdo, después de mostrar mi
cartera y hacerles ver que vacía quedo. Me devuelven mis documentos y justo al
hacerlo, un niño que pasa corriendo junto a
ellos se tropieza conmigo y mi licencia cae en una alcantarilla,
observando como las aguas negras se la llevan en un santiamén sin darme tiempo
de reaccionar ni hacer nada.
- ¡Uy que mala suerte joven!, ahora tendrá que
hacer el trámite de su nueva licencia, no puede circular así. Parece que si tendremos
que llamar a la grúa, pues no tiene licencia. ¡Ha!, pero ni hoy ni mañana hay
servicio, ya ve que es feriado mañana y hoy están arregla no el sistema.
- Lunes…¡¡¡arghhhh!!!
Excelente anécdota y bastante real....
ResponderEliminarChangos, que mal plan...Por eso los lunes nadie quiere salir...jajaja saludos Edgary soy BettyCachita
ResponderEliminarUna historia de la vida real, que a más de tres, nos a pasado. Saludos amigo Edgary
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