CANTO NO. 1
Por
El Güero Karl
Morelos
Somos los hijos
muertos de la Vida.
He visto como renacen
los faisanes que a su muerte sólo dejan hambre.
Sufro cuando la noche
llena de luz, me arranca la cabeza y mi sangre negra de tinta, ahoga mis
suspiros e impregna las hojas y escribe mi vida.
Coloreo por las
mañanas paisajes y le dibujo sonrisas a los árboles de copas de nube.
Amarro mis sueños a
los barcos de papel que hago con tus muslos de carbón.
Te hago beber del
vino de la lujuria y mato tu cuerpo de miedo,
te asfixio a versos y
te lleno de fuego y te extingues.
Corto mi cuerpo en
finos pedazo para alimentar a tus mil demonios,
y aún así, no sacio tu
hambre de odio.
Eres de pan. Eres de
azúcar. Eres azufre que se enciende y estalla.
Soy alebrije que por
las noches te azota en la azotea llenando de azaleas tu zurda memoria.
Eres eclipse que se
muere cuando nace y suplicas el herirte para quedarte.
Somos de fuego.
Extintos en la muerte del cielo.
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