domingo, 4 de noviembre de 2018

¿QUIÉN NO TIENE MIEDO DE MORIR?, El Güero Karl



¿QUIÉN NO TIENE MIEDO DE MORIR?
A LAS FAMILIAS QUE NO DEJAN DE LUCHAR.
UNAM, 03 DE SEPTIEMBRE 2018

Por
El Güero Karl
Morelos
@Güero Karl

Compa, yo te vi correr.
Nos abandonaste. Dejaste que nuestros cuerpos se convirtieran en jirones irreconocibles.
Te fuiste sin importar los gritos desesperados de tus camaradas.
La tropa que te acompañó, que elevó sus gritos en coro a los tuyos.
Dejaste que tus compas más jóvenes fueran brutalmente humilladxs.
Yo vi cómo te "replegabas" para ponerte a salvo, cuando a dos de lxs nuestrxs les clavaban las puntas en sus almas.
Yo escuché tus gritos desesperados entonando un Goya insalvable contra aquellos de quienes nació.
Un Goya contra aquellos que nos mataban.
Yo fui espectador y víctima de la violencia y del terror; de la sangre y del fuego.
Pude ver el miedo que nacía en tus ojos y se convertía en aliento de la huída, vi como tus banderas y tu lucha se desmoronaban a cada golpe que recibimos a quienes nos abandonaron.
"Antes de que nos olviden" fue la frase que retumbó en mi cabeza al sentir las incontables patadas que recibí por intentar resistir y acompañar a mi tropa.
Pero no te juzgo, mi compa.
Entiendo tu miedo, entiendo tu huída, nos han acostumbrado a correr, a escondernos cuando algo nos atemoriza. Y siempre son ellos los que nos atemorizan.
Nos alejan del grupo para convertirnos en pedagogía.
"Esto te va a pasar a ti si continúas en tu lucha".
Yo también tuve miedo, dudé en si quedarme contigo, dudé en si acompañarte en tu marcha, dudé en si faltar a mis clases.
Y me cansé de dudar. Me lancé a gritar contigo, a poner mi cuerpo junto al tuyo, a defender tu cuerpo para compartir los golpes.
Me cansé de saber nombres victimizados:
Lesvy, Miranda, Naomi, Joel, Emilio, Carlos, Mariela; nombres y nombres de mi gente vestida de verde olivo.
Voces que viven en la mía siempre que les nombro.
¿Cómo iba a abandonarles a ustedes si todo el tiempo lo hemos hecho?
Aprendí a tener miedo, igual que tú, a sentir el frío en mi espalda y salir huyendo.
Pero me cansé de eso, de ver a mi gente herida y humillada.
Y hubo fuego en mi interior que me dijo: Resiste.
Que sepan que éramos tantxs, y que no supieron esperarnos, no buscaron rescatarnos, por ese maldito enemigo que se llama miedo. Miedo a ser tú y no otrx.
¿Agradeces cada mañana no ser parte de los 43? ¿No ser una estadística más?
Pero al miedo se le combate, se le enfrenta, camarada. No te olvides nunca, que por miedo hemos perdido a nuestra gente.
Sin embargo, no te apures que si yo te veo en una marcha, que si yo te veo en una lucha, hinco mi rodilla junto a la tuya, tomo tu mano y resistimos juntxs.
Y si no salimos de ahí porque nuestra tropa nos ha olvidado, no me llores y mejor lucha, lucha, lucha, y no dejes de luchar.

1 comentario:

  1. Gracias Karl por el testimonio y postura, nos falta saber tanto de esos porros y cómo es que vuelven a aparecer tras decenios...y cómo nuestros miedos les hacen resurgir...

    ResponderEliminar

¡Deja tu comentario y suscríbete!