CUANDO
UN AMIGO SE VA
Por
Carlos De Negri
Morelos
La casa se
siente sola sin su presencia, no hay ruido... Su amortajado cuerpo a la espera
de su última morada...
Hoy por la mañana, hasta ahora lo veo así, se despidió de mí... me
acompañó a servirle agua, ya casi no caminaba... Antes de cerrar la puerta nos quedamos viendo
por unos minutos, fijamente… y luego mi acostumbrado “cuidas bien la casa”. Él,
atento, así lo hizo... Esperó a que alguien llegara -mi hermano-, para poder
partir, despedirse de él, descansar...
Es de las pocas veces en mi vida que le lloro a alguien aparte de mi papá… De seguro ya está orinando
los muebles de San Pedro... ¡Te extrañaremos, Hueso!
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